Don't F**k With Cats. Hunting an Internet Killer: Identidad, comunidad y castigo digital

Netflix, de la mano de Mark Lewis, documenta la persecución online de un par de usuarios de Facebook para al identificar el autor de una serie de videos violentos difundidos en internet a comienzos de la década pasada. Los videos en un inicio incluyen grabaciones donde gatos son cruelmente maltratados y asesinados, formando parte de una escalada de fama y violencia que terminará con la grabación del homicidio de una persona que pondrá en alerta a la comunidad internacional. Don't F**k With Cats se estructura en torno a entrevistas y relatos de dos usuarios que se vieron involucrados en la persecución online del homicida virtual.

Considerado ya como un género en sí mismo para los espectadores estadounidenses, el consumo de true crime en dicho país excede con creces el universo cinematográfico y televisivo. Hoy en día la producción en torno al true crime abarca podcasts especializados en el tema, pasando por publicaciones en revistas científicas, incluyendo la comercialización de prendas de vestir que reflejan cómo un acontecimiento criminal puede llegar a convertirse en una marca registrada.

Y es que el ciudadano promedio norteamericano no solo se encuentra encandilado por los detalles íntimos que rodea la perpetración de un delito, sino que también está dispuesto a involucrarse en dicha investigación y posterior castigo cuando a su juicio se ha cometido una injusticia y las policías institucionales no han reaccionado a tiempo. Netflix, de la mano de Mark Lewis, documenta la persecución online de un par de usuarios de Facebook para al identificar el autor de una serie de videos violentos difundidos en internet a comienzos de la década pasada. Los videos en un inicio incluyen grabaciones donde gatos son cruelmente maltratados y asesinados, formando parte de una escalada de fama y violencia que terminará con la grabación del homicidio de una persona que pondrá en alerta a la comunidad internacional.

Don't F**k With Cats (No te metas con los gatos: Un asesino en internet) se estructura en torno a entrevistas y relatos de dos usuarios que se vieron involucrados en la persecución online del homicida virtual. Desde el comienzo de la miniserie los protagonistas se presentan a sí mismos como personajes con identidades virtuales dinámicas, que han variado en el tiempo y que no necesariamente incluyen sus nombres o reflejan sus rasgos físicos. A medida que la serie progresa, los protagonistas irán también reconstruyendo la identidad de su objetivo criminal, un joven canadiense llamado Luka Magnotta, el cual ostenta una carrera artística truncada a medias. En base a una investigación artesanal cruzando fotografías, videos e información georreferencial, los protagonistas construyen su propia versión de Luka, al que representan como un sujeto ególatra y vanidoso que busca llamar la atención por medio de la difusión de violencia virtual.

Pero en el camino hacia la identificación de Luka el documental refleja los problemas que cientistas sociales han identificado en las cazas orquestadas por comunidades virtuales de ciudadanos: errónea identificación de objetivos, empleo de técnicas amateur de investigación, y nulo control sobre la comunidad digital al momento de desplegar el castigo a través de insultos, amenazas y publicitación de información personal. Las consecuencias de estos linchamientos tras la pantalla dan cuenta de la delgada frontera que existe entre el mundo online y offline.

La persecución de Luka Magnotta se prolonga por años, lo que permite que los protagonistas adquieran un grado de experticia superlativo, interpretando gestos, prediciendo locaciones geográficas, y dándole contenido a las referencias cinematográficas que Luka va dejando como pistas de sus crímenes. Es en este punto donde las referencias icónicas, que van desde Casablanca (Michael Curtiz, 1942), pasando por Basic Instinct (Paul Verhoeven, 1992), hasta American Psycho (Mary Harron, 2000), toman un rol central, mostrando como el cine -en su expresión más mínima- puede entregar un mensaje, permitiendo encontrar y juzgar a Luka.

Don't F**k With Cats se sostiene en base a las entrevistas y narrativas de sus protagonistas, configurando un documental clásico en cuanto a su formato. Desde tal armado, resultan fundamentales las preguntas con el que el director se aproxima a sus personajes y sus perspectivas. Hacia el cierre de la miniserie, Lewis termina apelando al espectador a cuestionarse a nivel individual el consumo de este género de shows y contenido.

El enfoque individualista termina invisibilizando preguntas más relevantes que podemos plantearnos si involucramos a todos los actores para evaluar lo sucedido: ¿qué responsabilidad le cabe a las plataformas virtuales en la difusión de este tipo de crímenes? ¿Qué otras consecuencias colaterales traen la lógica de algoritmo y consumo en que se basan las redes sociales? Y, por cierto, ¿qué medidas individuales e institucionales podemos comenzar a adoptar para que no nos vuelvan a joder por medio de nuestros gatos?

 

Título original: Don't F**k With Cats: Hunting An Internet Killer. Temporadas: 1. Episodios: 3. Productora: Raw TV. Dirección: Mark Lewis. Guion: Mark Lewis. País: Estados Unidos. Distribución: Netflix.