¿Debo hablar de las cartas que nunca envié? En torno a la obra de Xavier Dolan

Xavier Dolan es un joven director canadiense que debutó en el año 2009 con  J’ai tué ma mère, que escribió a la edad de 16 años, dirigiéndola tres años después. El guión es su autobiografía. Por esta obra ganó tres premios en el Festival de Cannes del mismo año, iniciando su carrera en el cine.

Aparte de ser director, también ejerce diferentes roles dentro de sus películas: actor protagónico en Yo maté a mi madre, Los amores imaginarios (2010), y Tom en la granja (2013), y director de Arte. Se destaca por su ambientación kitsch y por el aire que deja en cada escena entre la cabeza de sus personajes hasta la altura final de la escenografía. Otro asunto es el ambiente idílico que crea en algunos de sus films, por ejemplo; en Les amours imaginaires, Nicolas, su personaje identificado como un adonis, se encuentra en un fondo celeste con su torso desnudo y sus ojos cerrados mientras llueven millones de malvaviscos, y en Laurence Anyways, cuando los dos protagonistas andan por un camino rodeado de nieve desde el cielo comienzan a caer diferentes tipos de prendas de vestuario, las que desarrollan una paleta de color centrada en el rojo y el amarillo.

Les amours imaginaires, fue su segundo largometraje. Se hizo esencialmente conocido, y ganador del premio joven promesa en el Festival de Cannes. Este film se inicia con la cita “No hay más verdad en el mundo que el delirio amoroso” de Alfred Musset, transportándonos a la veracidad de esta película. Narrada a través de las confesiones de distintos personajes, que entre ellos revelan sus obsesiones y alucinaciones acerca de la temática del amor hacia una persona, aparte de la historia central: Francis y Marie conocen en una fiesta a Nicolas. Ambos se enamoran de este ser, el qué los confunde con sus actitudes melosas, y les hace caer en una ilusión que los destroza. Me gustaría destacar su banda sonora, la que goza de canciones románticas francesas de los años 60-70, como Dalida con Bang Bang y France Gall con Cet air-lá, otorgándole un ambiente melodramático a las escenas.

Sus primeras obras están relacionadas con un problema interno, más bien sentimental, llevando al guión original a un plan dramático ascendente, siendo una romántica inmadurez el motor del conflicto. Esto es acompañado de una dirección de fotografía la cual nos embarga en planos detalles y de seguimiento a los personajes. Existe, además, un juego con la velocidad del montaje, la qué hace que algunas acciones sean más lentas, desarrollando un estilo parecido al video clip.

Durante un corto tiempo inactivo, este joven director logró determinar sus ideas en conflictos centrales, consagrándose con un estilo de historias de personajes que portan un cierto grado de melancolía y afición, dando el resultado de una atmósfera perturbadora y poética, proporcionando un énfasis en la temporalidad para los personajes, permitiéndonos conocerlos a fondo y adentrarnos en su mundo.

El film que definitivamente ostenta estás características es Laurence Anyways (2012). Cuenta la historia de Laurence, un profesor de literatura que ronda los treinta y más años, que sintiéndose preso dentro de un cuerpo que no le pertenece y con la intención de liberarse, desiste de todo y valientemente decide cambiar a lo que de verdad es: una mujer. No obstante, Laurence tiene una pareja, Fred, la que afronta los cambios, pero no logra resistir a estos. Ella es el motor del segundo punto de vista que nos presenta esta película, siendo caótico e intenso.

Al año siguiente se aventuró en el género de suspenso con Tom à la ferme, basada en una pieza teatral de Michel Marc Bouchard, siendo su obra menos personal -a veces- te sorprende. No obstante, este no es el estilo de este director, porque no logra sostener una tensión dramática, terminando en una repetición constante de los mismos elementos narrativos.

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Me gustaría enfatizar que en las ficciones de Xavier Dolan nunca yace presente la imagen de un padre, en contraste con la imagen de una madre que sí se presenta en todas sus historias. Esta mujer exuberante y cómplice siempre se encuentra al lado de su hijo (es decir, siempre un varón). Su imagen es representada por Anne Dorval, musa de Dolan. A ella la observamos en tres de sus películas: Yo maté a mi madreLos amores imaginarios y Mommy, su último film, estrenado en el año 2014. Ha sido premiada en el Festival de Cannes con el Premio del Jurado, en los Premios César como mejor film extranjero, entre otros. El personaje que nos presenta esta historia es Diane Després, la cual debe enfrentar a Steve, su hijo, que posee ADHD (Trastorno de déficit de atención con hiperactividad), además de su viudez de hace tres años y cesantía. Ella es despampanante y ambos forman un equipo, el que a veces se corrompe por los ataques violentos de él. Es interesante la construcción de los personajes, sobre todo el de Kyla, que es la vecina la cual sufre una timidez severa. Nunca sabemos por qué llegó a ese tipo de personalidad, porque cuando Diane -o Die- le hace preguntas más íntimas ella siempre las desvía, o simplemente no responde. Sin embargo, lo relevante del film es este triángulo atípico con diferentes tipos de personalidades las que se complementan en un cariño y en una reestructuración de cambios para todos. El formato de esta película es de 1:1 siendo claustrofóbico, pero en el clímax, en una escena en movimiento nos regala una imagen panorámica que nos acompaña hasta el respiro final.

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Xavier Dolan en seis años lleva una carrera consolidada y productiva. Ha sido premiado en variados y destacados festivales de cine, cultivándose como un gran y joven director, obteniendo un estilo en su guion y estética, característico de las películas independientes contemporáneas. Su última realización recibe el nombre de The Death and Life of John FDonovan y su fecha de estreno es para el año 2016.