Film File (2): De Caligari a Hitler

¿Qué revelan las películas sobre la sociedad que las crea? Esto se preguntó el sociólogo y crítico cultural alemán Sigfried Kracauer en su libro De Caligari a Hitler, un estudio acerca de cómo las películas anteriores al Tercer Reich (de 1919 a 1933) pueden haber anticipado el advenimiento del nazismo en Alemania.

No es que las obras cinematográficas sean oráculos o adivinas, pero sí son el resultado de un contexto temporal, social y geográfico determinado. En las imágenes germanas del primer tercio del siglo XX aparecieron personajes, decorados, tramas y estilos cinematográficos que caracterizaron la mentalidad de una sociedad como ninguna otra expresión cultural pudo hacerlo. El cine, arte popular realizado en forma colectiva, es un medio excepcionalmente eficaz para revelar el subconsciente de las masas.

No estamos hablando de películas de guerra, de conflictos internacionales o raciales. Tampoco sus creadores fueron seguidores de Adolf Hitler, de hecho la gran mayoría huyó al extranjero cuando este peligroso personaje llegó al poder. Los rasgos fascistas estaban más bien escondidos en historias populares, películas de alta taquilla, de crimen, fantasía y dramas. Las obras culturales son un espejo del lugar y tiempo donde fueron creadas, y esta rama de la teoría cinematográfica, la Sociología cultural, abarca las películas como vestigios de una época, capaces incluso de advertir lo que pasará en el futuro.

El Gabinete del doctor Caligari (Das Cabinet des Dr. Caligari, Robert Wiene, Alemania, 1920)

Caligari inaugura un primer capítulo dentro de las películas alemanas que precedieron el régimen nazi: las películas sobre la tiranía.

Este clásico del expresionismo alemán cinematográfico cuenta la historia de un tirano y un esclavo: Dr. Caligari envía a su esclavo Cesare a realizar asesinatos en su nombre. Cesare obedece, es un sonámbulo que no cuestiona las malévolas órdenes de su amo. Más tarde, Dr Caligari se sale con la suya y se convierte en el jefe médico de un manicomio, haciendo encerrar al héroe que ha intentado
develar la identidad del asesino.

En esta escena, el héroe vigila al doctor Caligari, quien está dormido. Esto no significa que no se esté llevando a cabo un asesinato, ya que su esclavo Cesare se encarga del trabajo sucio. El villano no comete los crímenes por sí mismo, lo hace dominando a un otro que como una marioneta, realiza actos horribles sin pensarlo dos veces.

Las preguntas que plantea esta película son múltiples y reflejan la problemática de la ascensión de Hitler al poder. ¿Quién es el loco, el peligroso, la amenaza aquí? ¿Qué pasa cuando son los lunáticos quienes tienen el poder? ¿Qué sucede con los héroes cuando son eliminados, callados, anulados, y qué pasaría con la sociedad en manos de un demente?
Puedes ver El Gabinete del doctor Caligari completa en youtube.

Nosferatu (F. W. Murnau, Alemania, 1922)

Durante los años que siguieron a la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial, los artistas germanos se embarcaron en crear un mundo que fuese la expresión de la angustia, la desolación y el fracaso. Esta estética llamada expresionismo alemán dibujaba un universo fatalista que se manifiesta a partir de la escenografía - como se ve claramente en Caligari… - pero también en la caracterización de los personajes.

En palabras de S. Kracauer, en este período abundaron personajes que portaban un “alma enfrentada a la alternativa de la tiranía o el caos”. Si Caligari inauguró esta tendencia, Nosferatu vino a confirmarla. Esta obra del destacadísimo director F. W. Murnau - quien huiría a Hollywood luego que Hitler ascendiera al poder - nos presenta a un vampiro, un personaje que es representado por la peste (las ratas), la maldad, lo enfermo, lo más vil y tenebroso, para quien la única alternativa posible es la tiranía, un personaje que se alimenta de oscuridad y ante la luz, muere. 
Puedes ver Nosferatu completa en youtube.

El último (Der Letzte Mann, F.W. Murnau, Alemania, 1924)

Esta película forma parte de un nuevo grupo de films que precedieron al nazismo, llamadas películas de
los instintos.

Un hombre - interpretado por el gran actor alemán Emil Jennings - trabaja como portero del lujoso hotel de la ciudad. A su alrededor, todos lo respetan por su uniforme, símbolo de autoridad y éxito. Sin embargo, un día el hombre es trasladado a trabajar en los lavabos del hotel y por lo tanto es despojado de su uniforme, su mundo y posición social se desmoronan.

Esta secuencia ilustra los deseos más profundos del personaje luego de haber sido humillado y despojado de sus privilegios sociales. El ex-guardián de la entrada al hotel se ve a sí mismo como el más fuerte, el más poderoso, el más admirado. Estas imágenes pueden ser una buena demostración del deseo escondido que podría haber sentido la sociedad alemana luego del fracaso vivido en la primera guerra mundial: un deseo que involucra rivalidad y superioridad por sobre otros.
Puedes ver El Último actualmente en Mubi Latinoamérica o en youtube.

El ángel azul (Der blaue Engel, Josef Von Sternberg, Alemania, 1930)

Un profesor acude al cabaret El ángel azul para increpar a una bailarina llamada Lola (Marlene Dietrich), que tiene obsesionados a sus alumnos. Sin embargo, los encantos de Lola rinden efecto en él y se enamora de ella. El hechizo será tal que el profesor dejará su trabajo y se someterá a múltiples humillaciones, como la que muestra esta secuencia, para lograr enamorar a Lola.

Al igual que el portero del hotel en El Último, el protagonista de El ángel azul (también interpretado por Emil Jannings) es un hombre que cae en la desgracia, un personaje que en vez de crecer, vive un proceso de regresión que lo lleva a traicionar sus ideales y derrumbar su ego.

La sádica crueldad de todos quienes lo rodean deriva de una inmadurez que empuja a la víctima al sometimiento: la misma inmadurez y la misma crueldad que se verá más tarde en Alemania, cuando las juventudes hitlerianas sentirán goce al humillar a otros.
Puedes ver El ángel azul en la web archive.org y subtitulada en español en la web Zoowoman, ya que es una película de dominio público.

M, el vampiro de Düsseldorf (M, Fritz Lang, Alemania, 1931)

Un asesino de niños anda suelto por la ciudad, y los esfuerzos de la policía por capturarlo parecen inútiles. Ante tanto revuelo, los bandidos y criminales de Düsseldorf se organizan para buscarlo, molestos por la constante vigilancia policial que no los deja cometer sus fechorías en paz. 

El primer título que se pensó para este film fue Los asesinos están entre nosotros: una sensación latente en la Alemania de 1930, pero no aceptada: esta idea fue rápidamente descartada al ser repudiada por el partido, que no quería comprometerse ante un título así.

Además del desequilibrio latente entre héroes y villanos que presenta este film, esta escena es particularmente demostrativa de lo que se vería venir en la Alemania del Tercer Reich: un sentimiento de pertenencia y de responsabilidad ante los peligros que se enfrentan como sociedad; la sensación de que los asesinos y villanos pueden estar más cerca de lo que pensamos; y por último, el guiño de marcar a
alguien con una letra, con un símbolo distintivo, que en este caso es una “M” de “mörder” (asesino) pero que luego podía ser para indicar una etnia, un escalafón social o una religión.
Puedes ver M, el vampiro de Düsseldorf completa en youtube.