El estreno (2): La porfiada levedad del ser

En un presente donde las redes sociales y la tecnología han establecido nuevos marcos para la interacción humana -como lo insinúan cerca del principio de la película misma- es demasiado el contraste que hace con las piezas clásicas de piano que musicalizan. Música y contexto, dos elementos que se encuentran de forma un poco anacrónica, y en la cinta se hace notar. Pero también se hace notar una especie de reflexividad que opone a la obra dentro de la obra. Es explícita la preocupación que existe porque la película no guste o no logre ser comprendida, o así se da a entender por la preocupación que demuestra Petr respecto a la obra de teatro que está montando. Se habla de lo riesgoso de la obra por anticuada, específicamente haciendo alusión a la puesta en escena, diálogo y música; existe demasiada conciencia por lo que se hace.

Durante el verano del 2017, participé como voluntario en el FECICH que se realiza en Quilpué. En aquella oportunidad mis labores consistieron en ir en busca de los invitados al terminal de buses o hacerles compañía desde el hotel a alguna de las charlas que se realizaban en el contexto del festival. Uno de los invitados con quien tuve tiempo de conversar durante uno de esos trayectos y, además, compartir la mesa durante el almuerzo, fue el director Alejandro Fernández Almendras. Hablamos sobre el cine chileno, las temáticas que se abordan en las películas con la contundente carga política que hay en general en ellas y del abandono estructural-histórico que existe hacia la producción nacional. Me comentó que entre sus intereses y futuros proyectos estaba realizar una película en blanco y negro en República Checa. Y como, con el tiempo, los contactos y el financiamiento ya habían abierto aquella posibilidad que deseaba llevar adelante.

Ahora en el 2020 llega a cartelera El Estreno, una película filmada en blanco y negro y realizada íntegramente en República Checa que, asumo, es el proyecto al que AFA se refirió tres años antes. La cinta trata de Petr (Jirí Mádl), un director de teatro que está pronto a estrenar una obra en un pequeño pueblo no tan cerca de Praga. Desde el inicio hay problemas dado que los protagonistas abandonan el montaje quedando 6 semanas para el estreno. Petr debe buscar reemplazantes y lograr montar la obra contra el tiempo. Pero no solo tiene problemas logísticos. Hay presiones para censurar ciertas partes de la obra que podrían molestar a algunas personas notables del pueblo y, más importante aún, el exceso de trabajo está mellando la relación con su esposa, con quien tiene un pequeño hijo de 8 meses de vida.

La película analizada en esta ocasión rompe con todo lo realizado anteriormente por el director. La política y la problemática social salen de escena para dar cabida a un drama que busca profundizar más en pasiones humanas relacionadas con el amor, la traición y la expresión mediante el arte. Incluso en Mi amigo Alexis (2019) lo político, lo social, la desigualdad y la pobreza hilvanan toda la narración. Para qué hablar de Matar a un hombre (2014) y Aquí no ha pasado nada (2016), en estas son la denuncia, la rabia y la impotencia las fuerzas que mueven los engranajes. Todo cambia en El Estreno, donde lo social casi no se ve y lo político aparece tangencialmente, como un aporte a la trama principal, dejando incluso más espacio a problemáticas de corte feminista.

La cinta posee una narrativa lineal. No hay grandes experimentaciones, salvo el notable hecho de que es un director chileno trabajando con un idioma que, asumimos, le es completamente ajeno. O al menos no lo maneja con la facilidad con que podría manejar el inglés, por ejemplo. Los tiros y movimientos de cámara no tienen una complejidad excesiva, pero el blanco y negro dotan a la imagen de otra textura, profundizan la expresividad de la misma. Pese a ocurrir en épocas diferentes –El Estreno está situada en el presente- nos evoca un poco a Cold War (Pawlikowski, 2018) y, por extensión, a la novela de Milan Kundera "La insoportable levedad del ser", con la diferencia que, tanto en la película como en la novela, el amor se entrecruza con la posibilidad cierta de la muerte de los amantes en manos de un poder mucho más grande. En cambio, en la película de AFA, Petr no arriesga materialmente mucho más que el estreno y su matrimonio. Aunque comparte la levedad con los protagonistas de las obras anteriormente nombradas, esa forma de ser frente a los sentimientos de las mujeres que lo rodean, ante el drama que puede provocar. Se centra en su goce, se vuelca a su obra y su amante –Elizaveta Maximová- se desliga de la paternidad y desintegra su matrimonio.

Quizás hay mucho de contemporáneo en el drama de la cinta. En un presente donde las redes sociales y la tecnología han establecido nuevos marcos para la interacción humana -como lo insinúan cerca del principio de la película misma- es demasiado el contraste que hace con las piezas clásicas de piano que musicalizan. Música y contexto, dos elementos que se encuentran de forma un poco anacrónica, y en la cinta se hace notar. Pero también se hace notar una especie de reflexividad que opone a la obra dentro de la obra. Es explícita la preocupación que existe porque la película no guste o no logre ser comprendida, o así se da a entender por la preocupación que demuestra Petr respecto a la obra de teatro que está montando. Se habla de lo riesgoso de la obra por anticuada, específicamente haciendo alusión a la puesta en escena, diálogo y música; existe demasiada conciencia por lo que se hace.

Parece que hay un intento del director por mostrar algo diferente, por reflexionar en otro escenario, en el que pueda expresar cosas que regularmente no han podido surgir en sus películas anteriores. No hay que dejar de quitarle peso a lo cromático del film, ya que si la película no fuera en blanco y negro probablemente no tendría el mismo impacto y, es probable también, que hasta tendría que grabarse de otra forma, inlusive escenificarse distinto. Es interesante preguntarse por la carga figurativa que trae el blanco y negro, y por qué sirve tanto para el drama de la comedia humana. ¿Es que no es eso la película? Una comedia de errores en la vida de un hombre que, al final, no es nada más que un niño dejándose llevar por la vida para la que nunca se está preparado.

Título original: Hra. Dirección: Alejandro Fernández Almendras. Casa productora: Film & Roll, Jirafa films. Producción: Augusto Matte, Bruno Bettati, Guillaume de Seille, Veronika Finkova. Guion: Alejandro Fernández Almendras. Fotografía: Inti Briones. Montaje: Alejandro Fernández Almendras. Música: Pablo Vergara. Reparto: Jirí Mádl, Elizaveta Maximová, Marika Soposká, Vladimíra Benoni, Sarah Havacova, Sarah Hlavácová, Danica Jurcová, Ondrej Malý, Darina Nicová, Jirí Strébl, Adam Vacula, Jana Zenáhlíková. País: Chile - República Checa - Francia - Corea del Sur. Año: 2019. Duración: 93 min.