La Gomera: Silbidos, canarios y rumanos

Estamos ante un noir desplazado de la gran ciudad y de tipos con cigarros humeantes e impermeables largos, pero eso no significa que Porumboiu abdique de sus procedimientos, todo lo contrario, La Gomera está plagada de lealtades difusas, códigos bilaterales, suspicacias, emboscadas y afectos instrumentales. 

A estas alturas, para poca gente asidua a ver películas es ajeno que en Rumania hay, actualmente, cuatro directores que hacen, casi siempre, grandes películas: Cristi Puiu, Cristian Mungiu, Radu Jude y Corneliu Porumboiu. La poco originalmente llamada nueva ola rumana tiene presencia fija en los principales festivales del mundo y es común ver en Chile, ya sea en el FICValdivia o en Sanfic, las últimas producciones de los anteriormente mencionados. El caso que nos convoca es La Gomera (2019), cuyo estreno nacional ocurrió en aquel FICValdivia que finalizó un par de días antes de la revuelta. Hoy está en cartelera en el cine UC y desde ya recomiendo muchísimo verla en sala.

La Gomera es el nombre de una de las islas Canarias. Allí, antes de ser conquistadas por los españoles, vivían los guanches, cuyo lenguaje consistía solo en silbidos, lo que luego -y actualmente- se denomina "silbo gomero". El silbo es hoy considerado patrimonio de la humanidad, es enseñado en los colegios de las Canarias, y fue utilizado como lenguaje secreto durante la conquista y la guerra civil española. Vlad Ivanov (Cristi), la estrella más grande del cine rumano, un tipo con cara de poker, de duro, un Michael Keaton del otro lado del mundo, llega en un barco a La Gomera al son de The Passenger de Iggy Pop. Allí lo espera Kiko, que es canario, y lo lleva donde Gilda, rumana pero que habla español y sabe silbar. 

Entre Cristi, Gilda y Kiko nos enseñan el idioma, nos cuentan un poco de la historia del silbo y de la isla al mismo tiempo que dan señales de cuál es el motivo por el que este rumano, policía, está tan lejos de su país. El tema nunca queda del todo claro, hay un rumano llamado Zsolt que dirige una fábrica de colchones, él trabaja para Paco, un español que es jefe de Kiko. El tema es que Cristi trabaja dándole información y protección a Zsolt y Gilda algo también tiene que ver con él. Por supuesto lo que importa es que hay mucha plata dando vueltas y que la policía rumana no está tan lejos de descubrir dónde está.

Estamos ante un noir desplazado de la gran ciudad y de tipos con cigarros humeantes e impermeables largos, pero eso no significa que Porumboiu abdique de sus procedimientos, todo lo contrario, La Gomera está plagada de lealtades difusas, códigos bilaterales, suspicacias, emboscadas y afectos instrumentales. Las rencillas internas de la policía rumana y los criminales españoles son constantes y aunque a veces parece que la película está siendo demasiado dispersa en su seguimiento de un desenlace que involucre a todos, Porumboiu logra equilibrar casi todo al final, dejando que la historia salte de presente a pasado, es decir, desde La Gomera a Bucarest, y luego al revés, cuando Bucarest vuelve a ser el presente, aunque todo, finalmente, termine absurdamente en Singapur. 

Pero La Gomera no es solo una buena historia. Despliega cosas más interesantes aún, como el uso cromático de los intertítulos, que parten con un fondo rojo y siguen oscureciéndose hasta el final, cumpliendo no solo la función narrativa de ordenar la película a partir de su vasto elenco de personajes; la gran capacidad para generar una paranoia generalizada a partir del uso de cámaras de vigilancia; los clásicos gags a los que nos tiene acostumbrados Porumboiu, en este caso uno genial sobre un director gringo buscando locaciones para su próxima película; y algunas escenas de pura cinefilia, como el encuentro de Cristi y su jefa en la cinemateca rumana viendo The Searchers de John Ford o toda la escena en el abandonado estudio de cine. Porumboiu es un tipo que sabe lo que hace, y si bien en esta ocasión no toma los riesgos de antes, aún así logra hacer una película muy entretenida y dinámica que merecería estar en más de una cartelera de la ciudad.

 

Título original: La Gomera. Dirección: Corneliu Porumboiu. Guion: Corneliu Porumboiu. Fotografía: Tudor Mircea. Montaje: Roxana Szel. Reparto: Vlad Ivanov, Catrinel Marlon, Rodica Lazar, Antonio Buil, István Teglas, Sabin Tambrea, Agustí Villaronga, Cristóbal Pinto, George Pistereanu. País: Rumanía. Año: 2019. Duración: 97 min.