Los versos del olvido: Fábulas de la memoria

Los versos del olvido es una película dislocada por donde se la mire. Ópera prima del director iraní Alireza Khatami y filmada en Chile, narra los días de un anciano (interpretado por Juan Margallo, actor español de marcado acento) que trabaja desde hace años en la morgue de un cementerio a medio abandonar. Un día cualquiera irrumpen en el lugar un grupo de paramilitares que ocupan dicho sitio para ocultar víctimas civiles de sus acciones criminales, dejando olvidado el cuerpo de una joven mujer al que el protagonista buscará dar una santa sepultura.

En medio de una mezcla de nacionalidades a nivel de producción (coproducida por Francia, Alemania, Holanda y Chile), la película pareciera intencionalmente no ceñirse a un tiempo o lugar específico, aunque reconocemos parajes locales, marcados por la cordillera de los Andes o los cerros porteños. El ritmo pausado y atrapante del relato, los acentos españoles y chilenos entrecruzados y una cualidad fotográfica de aspecto desgastado y en tonalidad azulada que acrecienta la nostalgia parecieran, sin embargo, siempre referir a otras latitudes y temporalidades. Por medio de estas indeterminaciones la película busca hablar en un tono universal sobre la figura de los detenidos desaparecidos, y es a partir de ese gesto que podemos evaluar sus aciertos y fallas.

El mayor mérito descansa en su protagonista y la sensibilidad particular que la película construye a partir de él. Objetos anticuados, mínimos gestos cargados de simbolismos y el ritmo del montaje exteriorizan el mundo interno del personaje y se lo comparten al espectador, es desde su interioridad que nos situamos frente a los sucesos de la trama.

Todos los personajes secundarios, menos el romántico sepulturero que parece tener como único compañero de trabajo, se manifiestan alejados de la sensibilidad particular del protagonista. Por su parte, el mentado sepulturero -que también tiene un marcado acento español- dota explícitamente de poesía al film a través de los relatos de vida que cuenta acerca de los muertos para los que cava sus tumbas. A partir de allí se filtra todo un mundo animal, desde ballenas hasta colmenas de abejas, que parece empatizar y alimentar mucho más el sentir del protagonista, nutriendo al metraje de toques fantásticos y surrealistas en donde la gravitante preocupación por un cuerpo desconocido y anónimo se torna un gesto de sincera solidaridad humana, la lucha contra la violencia del olvido.

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Caso extraño para una película filmada en Chile, pero tampoco asimilable a lo mejor del cine iraní, el debut de Khatami resulta, pese a ello, interesante. Su mezcla entre realismos, referencias históricas y elementos fantásticos resuena dentro del panorama contemporáneo, y se asemeja al cine del portugués Miguel Gomes -aunque quizás sea solo por la imagen de la ballena lo que obliga esa referencia-, si bien en su caso no termina de cuajar del todo. Es quizás en ese mismo planteamiento de indeterminación histórica y política, ante la muerte como un cuerpo plástico y sin emotividad, donde más dudas surgen ante Los versos del olvido. ¿De qué sirve, al fin y al cabo, indiferenciar contextos, lenguas y tiempos? No queda del todo claro, habrá que seguir viendo cómo evoluciona la particular propuesta y sensibilidad de este director desterritorializado para juzgar mejor.

 

Nota comentarista: 5/10

Título original: Les versets de l'oubli (Oblivion Verses). Dirección: Alireza Khatami. Guión: Alireza Khatami. Fotografía: Antoine Heberlé. Montaje: Florent Mangeot. Reparto: Juan Margallo, Tomás del Estal, Manuel Morón, Itziar Aizpuru, Julio Jung, Amparo Noguera, Gonzalo Robles. País: Francia-Alemania-Holanda-Chile. Año: 2017. Duración: 92 min.