World of Darkness: El eslabón perdido de la cultura nerd

Por Roberto Rubio Ramírez

Antes del Universo Cinematográfico de Marvel, antes que Star Wars se franquiciara hasta el absurdo, antes que la palabra “nerd” se transformara en un logo para poleras, existía el nicho de los juegos de rol. Grupos de amigos -en su mayoría niños y hombres adolescentes- reunidos en torno a una mesa, viviendo aventuras en mundos de fantasías a través de dados y su imaginación colectiva, como si se tratara de un videojuego análogo.

El documental World of Darkness, estrenado en 2017 y ya disponible en Amazon, se adentra en este mundo originalmente conformado por aficionados a historias pulp de fantasía y ciencia-ficción (Calabozos y Dragones, y otras variaciones de El señor de los anillos), y de cómo esta subcultura evolucionó de manera radical debido a la aparición en 1991 de un juego clave para la cultura pop del siglo XXI, Vampiro: La Mascarada.

Los testimonios de sus creadores, jugadores narrando su experiencia, material de archivo de las primeras convenciones de juegos de mesa, e imágenes de encuentros absolutamente vedados para los no-iniciados: las partidas de rol masivas, donde los jugadores se caracterizan como sus personajes e interactúan entre sí a modo de obra teatral improvisada. Estas son las herramientas con las que la película construye la historia de este juego y las implicancias que tuvo para los roleros.

A diferencia de sus antecesores, en Vampiro: La Mascarada los jugadores no debían avanzar por mazmorras aniquilando monstruos. Al contrario, los jugadores eran los monstruos. El juego trataba precisamente de imbuirse en la piel de un no-muerto y experimentar la soledad de la noche, el aburrimiento de la inmortalidad y el hambre voraz de un depredador.

Dirigida por un narrador o game-master, en una mesa de jugadores de Vampiro importaban más las resonancias del horror personal que el lanzar dados para subir de nivel. La narración se iba construyendo en conjunto entre todos los jugadores, cada uno añadiendo sus propios colores, sensaciones, nombres y detalles a la partida. Una experiencia colectiva de creación.

World of Darkness es efectiva en detallarnos la importancia que tuvo este juego al influir directamente en las expresiones del mito vampírico posteriores a los años 90. Desde la estética gótico-punk de la trilogía de Blade (1998), pasando por el universo de Underworld (2003), hasta la estructura socio-política desarrollada en True Blood (2008-2014). Incluso en Chile, Vampiro tuvo su latigazo con Sangre Eterna (2002) de Jorge Olguín.

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Pero, más importante aún, el documental se detiene en la apertura que significó el juego al acercar el mundo del rol a públicos más allá del estereotipo nerd-adolescente-varón. El arte gráfico de Vampiro: La Mascarada reflejaba un mundo sobrenatural donde las diferencias de género, raza o clase ya no importaban ante la mordida de los vástagos de la noche.

Abrir el nicho, sin embargo, no equivalía a volverlo mainstream, sino que a desarmar una noción tradicional e iconoclasta de nerd, de geek, de fanático cegado ante su objeto de deseo. La conformación de un grupo humano en torno a un juego de rol es una expresión de ocio que conlleva salir de una zona de confort, desarrollar habilidades interpersonales, saber leer e interpretar de textos de larga extensión y construir una identidad más allá del mero consumo como forma de exteriorizar una subjetividad. Vampiro: La Mascarada llevó todo eso a un punto cúlmine.

World of Darkness cuenta esta historia y más. El sentido de pertenencia que generó Vampiro: La  Mascarada en sus seguidores se lee hoy como la antítesis perfecta del fanático devorador de marcas comerciales, tráilers y figuritas Funko Pop, que alimenta eventos como la Comic-Con y el cyber-bullying. En los protagonistas del film vemos ese afán por construir en equipo, reflexionar sobre sí mismos y sobre lo que están consumiendo, evaluar qué significa habitar los márgenes, ya sea como vampiro, como rolero o como minoría excluida.

Aunque el documental pueda sentirse a ratos árido para quien no tenga ni siquiera una noción básica de qué trata un juego de rol, es posiblemente la primera película que aborda este tema con una investigación rigurosa, alejada de las caricaturas y con un punto de vista sólido al respecto. He ahí sus mayores méritos.

 

Nota: 8/10

Título original: World of Darkness. Dirección: Giles Alderson. Guion: Kevin Lee. Fotografía: Andrew Rodger. Reparto: Dhaunae De Vir, Shane DeFreest, Oliver Dickens, Martin Ericsson, David Hopper, Nina Kristofferson, Daniel Schutzmann. País: Suecia. Año: 2017. Duración: 85 min.