Alex Anwandter: "Más que un mensaje me importa provocar una reflexión, que se asemejara más a una fábula breve que a una historia completamente cerrada"

Conversamos brevemente con el director de Nunca vas a estar solo, el cantante y compositor Alex Anwandter, quien nos cuenta de su debut en cine, con la doble labor de dirección y guión.

Iván: Alex, en muchos lugares has contado que la película surge por el impacto que te produjo la muerte de Daniel Zamudio y tu vínculo con él. En el marco de todos los procesos que se llevaron a cabo a nivel país, marchas, movilizaciones, promulgación de una ley, sensibilidad ante la violencia y la discriminación, ¿en qué momento decides que esto era material para una película? ¿Qué enfoque decides darle a esto?

Alex: Creo que fue, en primera instancia, en la medida que me daba cuenta que no había tal renovada "sensibilidad ante la violencia y la discriminación". Decir Ley Zamudio se volvió rápidamente un “chiste” para acusar una supuesta hipersensibilidad ante la discriminación. Y en segunda, al ver la manera superficial en que se abordó el tema en los medios: en pocas palabras, cómo se reproducía la violencia a nivel de discurso al ser reportada y cómo se circunscribía el análisis a los detalles morbosos del ataque y al esfuerzo por explicar el asesinato -en vez de por la homofobia- por las características personales de Daniel.

En ese sentido, concluí bastante rápido que la ficción -inventar una historia con una premisa similar, pero que abstrayera lo suficiente a los personajes como para ser evidentemente no una biopic- era una buena manera de provocar una reflexión que trascendiera (ojalá) esa superficialidad, morbo y violencia. Enfocarme en el personaje del papá también me pareció un buen vehículo o símbolo para analizar el contexto.

Iván: ¿Cómo desarrollaste el guión? ¿Cómo adquiere la estructura que le da forma?

Alex: Lo desarrollé bastante solo y, siento, debatiéndome en un principio entre la película más obvia y que el público podía esperar y la película que yo sentía que era más necesaria. Es raro, pero en cierta medida, creo que la apuesta de la película está más que nada en la estructura del guión. Subvertir esa expectativa con un propósito casi político puede resultar quizás difícil para cierto público, pero se me hacía algo muy importante.

Iván: En la película el personaje del padre interpretado por Sergio Hernández adquiere un rol relevante, si no central, en un arco que pasa por varios estados emocionales. ¿Qué función cumple este personaje en la película y de qué forma te sirve para mostrar lo que quieres mostrar? ¿De qué modo opera en él una transformación?

Alex: No sé si comulgo tanto con desglosar tan científicamente la función de un personaje o resumir lo que quiero mostrar en un par de frases. Por algo uno hace una película en vez de escribir un poema. Al mismo tiempo, creo mucho en dar un espacio para que el espectador se invierta emocional e intelectualmente en la historia: no darle la comida con cuchara en la boca, si se quiere. Ahora, para no ser tan mal entrevistado, voy a intentar responder: más que un mensaje, me importa provocar una reflexión. En ese sentido, intenté que esta película se asemejara más a una fábula breve que a una historia completamente cerrada o satisfactoria. La sensación de inconclusión es un espejo de la manera en que veo que los temas que trata están lejos de estar cerrados.

El personaje de Sergio Hernández, un padre que se identifica a si mismo como "normal" o trabajador, que no se ha cuestionado tanto el sistema al que se ha suscrito, es una tabula rasa, una tela en blanco, donde el espectador al que más me interesa llegar puede identificarse más fácilmente. Más que con el niño hiper gay, súper liberado que es víctima del ataque. A nivel simbólico también, escogí al papá como principal transmisor de lo que supuestamente es "ser hombre" o la masculinidad, y a un hombre de esa específica también como moralmente comprometido: sobreviviente pero no combatiente de la dictadura, que asumió los valores impuestos a la fuerza durante ella y cómo creyó en la profundización del sistema que existió en "la transición".

Iván: Tu experiencia previa como realizador estuvo dada por la dirección del videoclip “Como puedes vivir contigo mismo”. ¿En que te ayudó ello para realizar Nunca vas a estar solo? ¿Qué diferencias ves entre ambas experiencias? El tema del arte, la escenografía, la puesta en escena...

Alex: Hice varios videos, la verdad, creo que como 10. ¡Y honestamente pienso que me sirvió bastante poco! Quizás para adquirir un poco de conciencia sobre la importancia de crear imágenes pregnantes. ¡Pero el cine es como una montaña enorme! Creo que nada te prepara, excepto hacer una primera película.

Iván: ¿De qué modo se relaciona la música con la película? ¿Los ves como fenómenos separados? ¿Estás interesado en seguir filmando?

Alex: Los veo como lenguajes muy distintos. Con diferentes tipos de diálogo con el público. Me interesa mucho seguir filmando -y ya estoy trabajando en otro guión-, sobre todo por la profundidad que permite el cine para reflexionar en relación a un tema.

Iván: Gracias

Alex: Gracias a ti.