Unfinished Plan. El camino de Alain Johannes (1): Chilenidad y tragedia

El músico Alain Johannes (1962) ha dado de qué hablar en los últimos años en Chile. Su relevancia mediática se comprende fácilmente con solo resumir el documental Unfinished Plan. Johannes nació en Chile, creció en diferentes países y se desarrolló musicalmente en Estados Unidos, con tal éxito que colabora con Soundgarden, Queens Of The Stone Age, Arctic Monkeys y hasta tuvo un grupo con John Paul Jones. Ahora bien, Unfinished Plan es también un relato sobre la vida personal de Johannes en clave de tragedia shakespeariana: el cáncer acaba con su pareja civil y musical, y además afecta a varios familiares. En este contexto trágico, se nos explica, Johannes se salva gracias a su reencuentro con Chile, e incluso forma una banda con músicos locales.

Como en toda obra biográfica, hay dos dimensiones: el protagonista y la película misma. La historia de una persona puede ser contada de mil maneras diferentes, y cada relato biográfico implica un punto de vista propio, una apuesta. Sería un error enfocar esta crítica desde una perspectiva admirativa de Johannes (más cercana a la de un fan musical, porque su relevancia musical es innegable), sin detenerse a comentar las estrategias emotivas de la película misma (provenientes del director o del propio Johannes), que me resultan menos concisas.

El documental comienza con una marcada estrategia de prestigio y validación del músico retratado. Se echa mano al formato de documental de entrevistas común: los rostros son filmados con cámara fija (con excelente calidad de imagen), acompañados por un texto que designa su nombre y su experiencia más prestigiosa en la música. Estos no dejan lugar a dudas sobre la importancia de Johannes: Chris Cornell, Josh Homme, Alex Turner y muchos otros. Las cuñas escogidas en Unfinished Plan van todas en un mismo sentido de prestigio. Por ejemplo, Mark Lenegan se declara “fan” de Johannes. Sin embargo, se trata en general de elogios clichés sin contenido musical. Personalmente, hubiera preferido escuchar y ver más a Johannes tocando. Como ejemplo, cuando Alex Turner elogia su capacidad para componer solos, era el momento ideal para ofrecernos una muestra de su talento como instrumentista.

En cambio, se insiste en un retrato de héroe malogrado. Por ejemplo, su principal grupo, Eleven, nunca fue rentable. Unfinished Plan se ancla en el mito del artista puro, incomprendido. Cornell habla de “todas las distintas fases en que Alain [Johannes] ha sido subestimado en su vida”. Es el deseo de rescatar a un “genio” (cito nuevamente a Cornell), verdadero “tesoro a descubrir”. Josh Homme recuerda su primer encuentro con Johannes y su pareja: “they look so strange. […] Who are these people?

Por lo mismo, en el documental vemos a Johannes es una serie de tomas para construir un mito. Por ejemplo, componiendo en el desierto con la mirada perdida en el horizonte. Todo esto con entrevistas a músicos que reparten enseñanzas sobre la vida. El mito del músico también se expresa a través de su escenificación: Johannes aparece siempre tocando, en un auto, en entrevistas, acarreando instrumentos de cuerdas atípicos.

Ahora bien, tanto Cornell como Homme hablan en tono paternal de Johannes, como alguien que hay que cuidar. Cornell explica que lo trajo de gira a Chile para verlo tocar delante del público nacional porque le haría bien. Homme sugiere que lo invitó de gira a Chile para que conociera a su padre. Este tono paternal se explica porque Johannes parece vivir una tragedia permanente.

De hecho, los entrevistados suelen hablar de Johannes en pretérito, en tono de recuerdos de funeral. Es un documental biográfico montado a ratos como si la persona en cuestión estuviese fallecida. Imagino que se hace referencia a la desaparición de la pareja que formaban Johannes y Natasha Shneider (fallecida en 2008). Unfinished Plan es en buena parte un homenaje a ella. Sus fotos y videos vuelven incesantemente, marcando un ritmo trágico. Es la segunda estrategia emotiva del documental: el dramatismo.

Según lo que descubrimos en la película, la muerte ha golpeado varias veces a Johannes. Pasada la hora de documental, se acumulan las tragedias. La madre de Johannes recibe diagnóstico de cáncer al mismo tiempo que  Natasha, pero vive hasta el año 2014. Durante el rodaje, Peter Rock (figura paternal) es diagnosticado con una enfermedad degenerativa y aparece al final ya preso de parálisis. Para colmo, el padre biológico de Johannes muere justo después que la madre.

Quizá este gusto por la tragedia se relacione con la formación periodística del director, Rodolfo Gárate. El documental -su ópera prima- tiene en común con el periodismo televisivo la falta de filtro ante lo íntimo. Escenas en iglesia, música trágica… Incluso filmaron a Johannes en la misa de entierro del padre. Josh Homme llora en cámara al hablar de la muerte de Natasha Shneider y su llanto -como si no fuera suficiente- es acompañado por música dramática. En otro momento, Johannes visita la tumba de su amada. Hay cierto ambiente de terapia. Por supuesto, es evidente que Johannes aceptó o pidió mostrar todo esto, pero igual me pregunto si era necesario para demostrar las vivencias trágicas.

unfinished plan

Tomando cierta distancia con respecto al protagonista del documental, su historia puede ser leída como una alegoría del grunge, en un momento en que reina la impresión de que sus figuras se apagan. Unfinished Plan cobra una nueva lectura inesperada con la muerte de Cornell y Johannes aparece como uno de los últimos protagonistas de tal escena musical.

En este contexto trágico, surge el nexo entre Johannes y Chile, país donde nació pero que siempre vio desde afuera, y que comienza a visitar después de la muerte de su pareja. Aquí interviene la tercera estrategia emotiva del documental: el patriotismo. Se subentiende que Johannes recupera la felicidad gracias a la madre patria. Johannes parece sinceramente convencido de esto cuando describe a Chile como “un universo paralelo […] para que me pueda salvar”. Según Peter Rock, “le cambió la vida […] ver su pueblo”. Este discurso patriótico es reforzado con escenas de público coreando futboleramente “chileno”.

La idea de la felicidad reencontrada en un Chile paradisiaco toma forma musical: Johannes arma una banda con músicos locales (los hermanos Foncea). Tras un recital en el Anfiteatro Bellas Artes (2013), Johannes le señala a los músicos que “así no he tocado desde Eleven”. En paralelo, a medida que avanza el documental desaparecen las entrevistas a músicos estadounidenses, concretando la reconversión en territorio nacional.

Estas estrategias de Unfinished Plan remueven las problemáticas del contexto y la recepción: el documental se exhibirá en Chile, ante un público que anhela este puente entre lo extranjero venerado (como con la banda Soundgarden) y sí mismo. Algo que parecía ajeno de pronto es propio: descubrimos que varias bandas que escuchábamos como ajenas a nuestra tradición en realidad tienen un elemento extrañamente relacionado con Chile. Porque se subentiende que Alain Johannes, por haber nacido en esta angosta faja de tierra, tiene un nexo único con la población local, como Tom Araya y su bandera. Ambos fueron criados en un contexto anglosajón y han tenido acceso a la difusión internacional que logra hoy ese universo cultural. Aunque se hayan criado fuera y que se comuniquen en un español agringado, ambos en algún momento de su vida adulta deciden proyectar este nexo con Chile y vincularlo a la difusión de su música. La estrategia patriótica del documental apela al hecho de que para el receptor chileno que los vea por la pantalla le funcionen como un reflejo internacionalizado de sí mismo: como un logro propio a través del vínculo nacional.

Felizmente, Unfinished Plan es mucho más que tragedias y salvaciones patrióticas. Nos introduce en el universo íntimo de Johannes con un seguimiento de varios años, logrando una promoción eficaz de su música. Uno queda con deseos de escucharla, pues dispone de elementos biográficos para sentirse conectado con ella. Es lo que debió proyectar Johannes al participar del rodaje.

Nota comentarista: 6/10

Título original: Unfinished Plan. The Path of Alain Johannes. Dirección: Rodolfo Gárate. Guión: Rodolfo Gárate, Andrés Acevedo. Producción ejecutiva: Rodolfo Gárate, Samanta Artal Süsskand. Producción general: Rodrigo Ortúzar. Fotografía: Felipe Arancibia. Montaje: Andrés Acevedo. Música: The Oscilloscope. Sonido: Juan Pablo Manríquez. País: Chile. Año: 2016. Duración: 95 min.