Nomadland: La carretera es mi hogar

En Nomadland la búsqueda de una aventura no existe. Eso, entre otras cosas, por su marcado carácter documental, que se refleja no solo en la forma que tiene Zhao de registrar con su cámara, que acompaña constantemente a Fern, sino por las mismas circunstancias del rodaje. Varios de los personajes que aparecen, entre ellos el célebre Bob Wells, son verdaderos nómades que salieron a recorrer su país por sus propios medios. No son actores ni actrices, esa es su vida. Y Frances McDormand vive todo eso con ellos. Los empleos que tiene son reales, ella misma arregló su casa rodante e incluso algunas de las personas que conoce no saben que es actriz. Esto solo confirma algo que a esta altura ya no es ninguna sorpresa: Frances McDormand es una de las mejores actrices que tiene Hollywood actualmente.

El cine nos ha entregado a muchos y muchas nómades a lo largo de su historia. La mayoría dentro del subgénero de las road movies, o películas de carreteras, pasando por They Live by Night (1955), Paris, Texas (1984), Thelma & Louise (1991), My Own Private Idaho (1991) y tantas otras. Pero incluir a Nomadland (2020) dentro de cualquiera de esas categorías parece tan injusto. Porque es mucho más que eso, aunque sí lo sea por definición. La película dirigida, escrita y montada por la directora china Chloé Zhao se reviste de tantas capas que el viaje de su protagonista, Fern, interpretada por Frances McDormand (Tres anuncios por un crimen, 2017), es solo la excusa para contar diferentes historias personales y ciertamente un drama más global.

Tras perder su empleo durante la crisis económica de 2008 y sufrir la muerte de su marido unos años antes, Fern decide vender casi todas sus pertenencias, comprar una casa rodante y recorrer Estados Unidos. En su camino va conociendo muchas personas, teniendo múltiples trabajos y también múltiples complicaciones. No queda claro, por lo menos en un principio, si la protagonista no puede y/o no quiere asentarse en una casa. El viaje comienza a ser una necesidad no solo para ella, también para las personas que conoce en los diferentes campamentos que visita. Todos y todas con una historia particular. Viajar se convierte en una especie de terapia para sanar un trauma o una pérdida, para aprovechar el tiempo perdido o simplemente dejar atrás algo que necesita ser superado, pero nunca olvidado.

A diferencia de Into the Wild (2007), en la que Alexander Supertramp se va a Alaska para conectarse con la naturaleza, en Nomadland la búsqueda de una aventura no existe. Eso, entre otras cosas, por su marcado carácter documental, que se refleja no solo en la forma que tiene Zhao de registrar con su cámara, que acompaña constantemente a Fern, sino por las mismas circunstancias del rodaje. Varios de los personajes que aparecen, entre ellos el célebre Bob Wells, son verdaderos nómades que salieron a recorrer su país por sus propios medios. No son actores ni actrices, esa es su vida. Y Frances McDormand vive todo eso con ellos. Los empleos que tiene son reales, ella misma arregló su casa rodante e incluso algunas de las personas que conoce no saben que es actriz. Esto solo confirma algo que a esta altura ya no es ninguna sorpresa: Frances McDormand es una de las mejores actrices que tiene Hollywood actualmente. Por su capacidad de interpretación, adaptación y versatilidad.

Así, Frances conduce una historia que nos revela un lado quizás desconocido de Estados Unidos, pero que bien podría suceder en muchas otras geografías. Gente que, ante la imposibilidad de trabajar, decide buscar su propio camino frente a un sistema que los juzga constantemente. Casi al principio una niña le pregunta a Fern: “Mi mamá dice que eres vagabunda (homeless), ¿es cierto?”, y ella responde: “No, no soy vagabunda. Solo que no tengo casa. No es lo mismo, ¿verdad?”. Al final, el hogar es lo que importa. Y eso lo construye ella, sin necesitan de un lugar físico.

Las complicaciones surgen cuando su único material esencial, su casa rodante, sufre un desperfecto y debe pedirle dinero a su hermana para pagar el arreglo, que irónicamente está casada con un agente de bienes raíces. Luego visita a Dave, otro amigo que conoce en los campamentos de casas rodantes. Él, con un nieto en camino, decide establecerse en una casa con su familia, pero a Fern no le gusta esa vida.

Aún a su edad la gente la juzga, le ofrecen un retiro anticipado ante la dificultad de encontrar trabajo. Pero las personas que conoce, entre ellas dos señoras que se encuentra regulamente, terminan enseñándole más de lo que ella piensa. Son personas que van quedando atrás, a veces en un sentido literal, pero que en estas circunstancias permanecen en la memoria.

Basada en el libro de no-ficción Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century, escrito por la periodista estadounidense Jessica Bruder, la película cuenta con gran simpleza pero gran calidad técnica la historia de una mujer que, después de todo, vuelve al lugar que dejara tras varios eventos desafortunados: su casa en Empire, Nevada.

En un año difícil para el cine, Nomadland ya ganó diversos premios en varios festivales, y acumula seis nominaciones en los Oscar, entre ellos Mejor película, Mejor director(a) y Mejor Actriz. Pero sin importar el número de nominaciones que recibió y que pueda ganar, es sin duda una de las grandes películas del 2020. Vale la pena esperar para verla en la pantalla grande, para así acercarnos un poco más a esa vida nómada, aunque sea por un rato.

 

Título original: Nomadland. Dirección: Chloé Zhao. Guion: Chloé Zhao (Libro: Jessica Bruder). Fotografía: Joshua James Richards. Montaje: Chloé Zhao. Música: Ludovico Einaudi. Reparto:Frances McDormand, David Strathairn, Linda May, Charlene Swankie, Bob Wells, Gay DeForest, Patricia Grier. País: Estados Unidos. Año: 2020. Duración: 108 min.