Fantasías Animadas #16: The Physics of Sorrow (Theodore Ushev, 2019): Materia y memoria

Entre estas dos ideas, la representación de la memoria y la percepción, podría pensarse The Physics of Sorrow (2019), la obra más ambiciosa y trabajada de Ushev hasta el momento. En ella juega a darnos indicios de formas que solo alcanzan a tener forma fija en los microsegundos que alcanzamos a reconocerlas. De paso, se revisa cierta historia del siglo XX cruzada por la migración forzada, como en las novelas de Sebald. Dentro del lote de películas que han tratado de darle una forma visual a la memoria, la versión animada de Ushev puede estar entre las más ambiciosas y bellas.  

Si bien no al nivel de sus años de gloria, la National Film Board of Canada sigue siendo una de las fuerzas del cine de animación a nivel mundial. A finales de los noventa, el animador búlgaro Theodore Ushev decide instalarse en Montreal para convertirse en parte de su equipo, conocido tanto por su sistema de incentivos tanto a animaciones exitosas como a trabajos de corte más experimental. Desde sus primeras animaciones, Ushev combinaba estilos y se inspiraba en diversas corrientes artísticas –principalmente de la pintura y el diseño gráfico– para darles una forma animada. Tower Bawher (2005), por ejemplo, fue su homenaje en movimiento al constructivismo soviético, tanto desde la arquitectura como desde el diseño gráfico.

Si bien el estilo de Ushev es difícil de catalogar, en Lipsett Diaries (2010) ya se notan rasgos de lo que exploraría en sus últimos trabajos. En homenaje al cineasta Arthur Lipsett, la película sigue las anotaciones de su diario personal de una forma difusa y abstracta. En vez de hacer un recuento lineal de su vida, la animación de Ushev muestra viñetas sucias e inestables a través de dibujos con un nivel de detalle que no se acostumbra a ver en animaciones de técnica tradicional. La inestabilidad del estilo, detallado pero extremadamente efímero, parece seguir la corriente de pensamiento de Lipsett para darle su animada. La animación, para Ushev, se muestra cómo la forma idónea para imitar las corrientes de pensamiento y las asociaciones azarosas de la memoria. Sumado a esto, el nivel de trabajo, notorio desde las primeras escenas, también es muestra del trabajo minucioso y largo que normalmente le toma a Ushev realizar cada película, muchas veces en solitario o con un equipo reducido.

En Blind-Vaysha (2016), probablemente el trabajo más conocido de su carrera, Ushev pasa desde la representación de los recuerdos y la memoria a la representación de la percepción, siguiendo la historia de una niña capaz de ver el pasado y el futuro de una situación al mismo tiempo. Basado en un cuento de Georgi Gospodinov, la historia base le sirve a Ushev para jugar con la pantalla dividida y probar otra técnica nueva, el linograbado. Entre estas dos ideas, la representación de la memoria y la percepción, podría pensarse The Physics of Sorrow (2019), la obra más ambiciosa y trabajada de Ushev hasta el momento.

The Physics of Sorrow (2019)

27 min.
Encaústica.

Se puede ver acá: https://www.youtube.com/watch?v=5H_KVIy487Q&t=348s (Se puede activar subtítulos en español)

Si bien Ushev ya había desarrollado trabajos en técnicas y materiales poco comunes (incluyendo ejemplos excéntricos como Blood Manifesto, animada con su propia sangre), en The Physics of Sorrow trabaja por primera vez con un proceso nuevo e inédito para la animación. Más que crear una técnica, lo que hace Ushev es recuperar una técnica de la antigüedad para dar forma a sus dibujos. La encaústica, una técnica de pintura en desuso donde se utiliza cera caliente y pigmentos de color, fue utilizada para cada fotograma de la película, en un proceso de ensayo y error en el cual Ushev reconoce haber pasado los primeros meses prácticamente sin resultados utilizables. Ya habiendo avanzado en el uso de la encaústica, Ushev decía que en promedio debía tratar de realizar más de 50 imágenes diarias para poder avanzar, luchando además con el olor de la cera y el peligro del secado rápido. Aún con los making of que se encuentran en YouTube, cuesta dimensionar las dificultades de realización de la película. 

Más allá de la proeza animada que The Physics of Sorrow sin duda representa, el resultado es suficientemente distintivo y especial para comprender el esfuerzo. La inestabilidad de la cera le sirve a Ushev para conseguir un resultado todavía más efímero que el de Lipsett Diaries, haciendo que las pocas imágenes estables se borren a medida que alcanzamos a reconocerlas. Este efecto de barrido permanente también se relaciona al recuerdo del protagonista, un inmigrante búlgaro que trata de regresar a historias de infancia mientras define su identidad en un nuevo país. Especialmente en las escenas de mayor movimiento, como las de la feria y la fiesta, Ushev juega a darnos indicios de formas que solo alcanzan a tener forma fija en los microsegundos que alcanzamos a reconocerlas. De paso, se revisa cierta historia del siglo XX cruzada por la migración forzada, como en las novelas de Sebald. Dentro del lote de películas que han tratado de darle una forma visual a la memoria, la versión animada de Ushev puede estar entre las más ambiciosas y bellas.