La librería (2): La literatura y sus excesos

La literatura puede a Isabel Coixet en su último y más premiado filme, La librería, un drama bastante lineal sobre una joven que trata de sacar adelante un pequeño negocio en una población costera dominada por los intereses de los grandes caciques de la región. El problema del filme que no carece de imágenes hermosas, diálogos inteligentes y hasta rasgos de autoría son las muchas limitaciones de Coixet a la hora de contar una historia sin dotarla de un lujoso envoltorio (como un reparto internacional encabezado por Emily Mortimer) para ocultar, sin éxito, sus limitaciones como narradora. A La librería le falta precisamente sutileza y ritmo, lo que se hace evidente cuando la “voz en off” tiene que narrarnos los sentimientos que despiertan en  la protagonista ante la felicidad o la adversidad del entorno. Los personajes son casi todos de una sola pieza e incluso la joven librera acaba resultando demasiado transparente y perfecta para mantener el interés del espectador. La historia de Penelope Mortimer denuncia los abusos de las grandes fortunas y la legislación británica que se superponen al amor a las palabras, pero la candidez y ciertos atisbos de cursilería hacen que el filme resulte, salvo en momentos contados, plano, monótono y previsible.

Los paisajes de la costa escocesa, la presencia de personajes que chocan entre sí, el amor por los libros están entre las cosas que se pueden rescatar pero el estilo remilgado, sin ningún atisbo de riesgo fílmico, que  convierten a La librería precisamente en uno de los filmes más endebles de una realizadora sobrevalorada que aquí se lanza al cine internacional desde un academicismo un tanto incómodo y que enfría los grandes momentos de un relato interesante.

La agridulce odisea de la joven y arrojada Florence en un pequeño pueblo donde consigue abrir su negocio de libros hace hincapié en el “coraje” como virtud fundamental de la protagonista pero es precisamente el coraje lo que le falta a Coixet al subrayar lo evidente, tirar por los caminos del sentimentalismo y una elegancia apreciable pero no siempre eficaz. Un drama intimista bien rodado pero que no aporta gran cosa al cine puro sino que parece temen salirse de las intenciones originales de la autora del libro.

La presencia de grandes actores como la propia Mortimer, Billy Nigh o Patricia Clarkson no hace sino subrayar las limitaciones de la realizadora a la hora de poner en marcha todos los mecanismos un filme que resulta a ratos hermoso pero nunca corre ningún riesgo fílmico ni muestra la menor ambigüedad en unos seres movidos unos por la codicia y otros por la bondad y el amor a la belleza.

Precisamente con este filme, el más ambicioso de la realizadora catalana hasta la fecha, queda en primer término la falta de solidez de su estilo aunque envuelva su historia con sumo cuidado en bello academicismo no hay rasgos de verdadera creadora.

Nota comentarista: 4/10

Título original: The Bookshop. Dirección: Isabel Coixet. Guión: Isabel Coixet (según novela de Penelope Fitzgerald). Fotografía: Jean-Claude Larrieu. Música: Alfonso de Vilallonga. Reparto: Emily Mortimer, Bill Nighy, Patricia Clarkson, Charlotte Vega. País: España. Año: 2017. Duración: 110 minutos.