Fantasías Animadas #6: Paseando líneas: la animación "tradicional" de Lesley Keen

La primera curiosidad de la obra de Keen tiene que ver con el hecho de utilizar la animación tradicional y sus procesos (láminas de acetato, separación de los fondos, etc), sin por esto acercarse al estilo de animación que surgió de la estandarización de estas técnicas. En muchos casos, se trata de un juego de sustracción; líneas que muestran la silueta de los personajes, fondos monocromo, o bien una imitación de estilos pictóricos definidos, como en su imitación de la cerámica griega en Opheus and Eurydice (1984). En este caso, la clasificación de "animación tradicional" es una categoría que hay que tomar con pinza. 

No resulta sencillo hacer una recapitulación total de la carrera de Lesley Keen. Si bien la mayoría de los textos (que tampoco son tantos) de presentación mencionan que comenzó a incursionar en la animación en 1975, la única información disponible sobre su trabajo ese año indica que aportó secuencias animadas al documental In the Place of the Sun de Walter Fyfe, cuya existencia solo se puede comprobar gracias a su ficha en el British Film Institute. Ahí mismo aparece una ficha previa donde figura como directora del cortometraje checo Ondra and the Snow Dragon de 1974, aunque la única información oficial que confirma la existencia del corto es su exhibición en el Festival de Cine de Giffoni en 1978. Aún así, este cortometraje (que se puede encontrar acá) muestra que los inicios de Keen tenían poco que ver con el estilo de los cortometrajes que les presentamos hoy. Ondra the Snow Dragon es una animación tradicional al estilo de las caricaturas checas de la época, país donde Keen realizó sus primeros estudios y trabajos en torno a la animación.

Ya de vuelta en el Reino Unido, las animaciones que Keen desarrollaría durante los ochenta mantendrían una relación extraña con el concepto de "animación tradicional". Por ejemplo, Keen describe así su trabajo en Taking a Line for a Walk: A Homage to the Work of Paul Klee (1983), su primer corto para Channel Four: "una estructura narrativa no-lineal o una pintura viva creada usando las técnicas de la animación tradicional, pero sin utilizar ninguna de las convenciones del medio animado". En ese sentido, especialmente en este primer cortometraje, la primera curiosidad de la obra de Keen tiene que ver con el hecho de utilizar la animación tradicional y sus procesos (láminas de acetato, separación de los fondos, etc), sin por esto acercarse al estilo de animación que surgió de la estandarización de estas técnicas. En muchos casos, se trata de un juego de sustracción; líneas que muestran la silueta de los personajes, fondos monocromo, o bien una imitación de estilos pictóricos definidos, como en su imitación de la cerámica griega en Opheus and Eurydice (1984). En este caso, la clasificación de "animación tradicional" es una categoría que hay que tomar con pinza. 

A pesar de su carácter poco convencional, los cortos de Keen fueron parte de un momento álgido en el que la animación británica impulsó animaciones de diversos tipos, en gran parte gracias al patrocinio de Channel Four. Estos cortometrajes de Keen fueron estrenados en la televisión británica junto a reportajes que mostraban sus procesos de creación. 

 

Taking a Line for a Walk: A Homage to the Work of Paul Klee (1983)

11 min.
Animación tradicional+Digital.

El corto se puede ver acá: https://www.youtube.com/watch?v=_2vti23Mo7s

Al ser Channel Four un canal especialmente abierto a la experimentación formal y, al mismo tiempo, uno con fines educativos, algunas de sus producciones combinaban ambas ideas, a veces con resultados curiosos. En el caso del primer aporte de Keen, la parte "educativa" tiene que ver con enseñar la obra pictórica de Paul Klee a través del lenguaje animado. Hasta cierto punto, está claro que esto se logra; aparecen referencias a distintas obras e incluso se sigue cierta cronología de la evolución estilística del pintor. Por otro lado, Keen abandona cualquier indicio narrativo al completar distintos cuadros en movimiento que se transforman hasta dar paso al siguiente, dificultando la posibilidad de realmente conocer o seguir la evolución de la obra. Incluso, muchos comentarios apuntan a que las apariciones directas del estilo de Klee son escasas o difíciles de investigar. Esto puede pasar, entre otras cosas, por la combinación que Keen pretendía hacer del estilo pictórico de Klee y sus propios postulados teóricos, incluyendo algunas interpretaciones libres de algunos principios matemáticos aplicados a la animación.

Por si fuera poco, la música de Lyell Cresswell, colaborador habitual de Keen, comienza con unas pulsaciones noise que hacen que la presentación sea todavía menos didáctica, especialmente en los momentos musicales más agresivos. Esta partitura glitch a veces corresponde con los movimientos de líneas y juegos simétricos, pero también por momentos pareciera funcionar en contra de la obra. Por ejemplo, en el momento en que un "personaje" baila, el ruido electrónico se intensifica e interrumpe la atención. Esto hace que por más "bello" que resulte el corto a momentos, la experiencia general no sea la del relajo o la mera contemplación del acercamiento de la obra al estilo de Klee.

Como mencionaba, técnicamente se trata de animación tradicional. Aún así, los experimentos de Keen no están solamente en el resultado estético; se utilizaron tiralíneas ajustables (utilizados para el dibujo de mapas) para conseguir la precisión geométrica en las líneas, así como softwares de animación que se encontraba todavía en período de prueba. Todo esto se puede encontrar en el detalladísimo recorrido por el corto disponible en la página oficial de Keen.

 

Orpheus and Eurydice (1984)

Animación tradicional.
6 min.

El corto se puede ver acá: https://www.youtube.com/watch?v=m5oyq0F0luk

Al año siguiente, todavía al alero de Channel Four, Keen realizaría una adaptación animada del mito de Orfeo y Eurídice. Según Keen, este mito sobre recuperar y volver a perder es tanto una historia de amor como un reflejo de la creación artística en busca de su objeto. Según la información disponible, al parecer también fue exhibido por televisión y acompañado junto a un reportaje sobre su creación, pero en este caso no se encuentra disponible en su página web. Aún así, se podría decir que se trata de un cortometraje más fácil de asimilar e imaginar a nivel técnico. Siguiendo el estilo de la cerámica griega, Keen narra la historia linealmente de derecha a izquierda (con una excepción puntual), enmarcando el relato en el medio de las decoraciones utilizadas en las vasijas. La linealidad de la historia se condice con la linealidad literal de esta forma de relato de la antigüedad. Por lo demás, no sería difícil imaginar esto como inspiración directa para la introducción de Hércules de Disney (Ron Clements y John Musker, 1997).

Además de esta rotación horizontal, los efectos de transformación son el principal movimiento del corto. El perro que acompaña a Orfeo, por ejemplo, toma distintas formas humanas, incluso teniendo cabeza humana durante apenas unos segundos hacia el final. Keen aprovecha la limitación del movimiento a través de los jarrones para introducir variantes internas, cambiando el estilo y nivel de detalle entre personajes, como en la batalla contra un cerbero poco detallado contra el colorido Orfeo.