Misión Imposible, Dead Reckoning Parte 1: Nos vemos en las películas

Uno de los padres del cine, el actor y cineasta Buster Keaton, fue capaz de realizar todas sus escenas de riesgo en tiempos en que los dobles de acción eran más que necesarios, elemento que durante los 80 y 90 fue imitado con gran destreza por Jackie Chan y en los 2000 por el mismo Cruise. Pensando en esto, lo que vemos en Misión Imposible es una actualización de este fenómeno: Razones para ir al cine a experimentar la entretención más accesible, y que nos hace más sentido. 

Es imposible —tal como las misiones de esta saga— no percatarse de una primera señal en los créditos de Mission Impossible: Dead Reckoning. En grandes letras anaranjadas, se lee “Una producción de Tom Cruise”.  Conocemos nombres de compañías productoras ligadas a directores y actores del medio, pero en pocos casos podemos tener esta convicción: Tom Cruise es, absolutamente, una marca de conocimiento mundial y por lo tanto, puede darse el lujo de declarar que es él, sin mediadores, quien produce su filme.

Afortunadamente, Mission Impossible DR no es sólo un filme para exclusivo lucimiento de su protagonista. La larga data de esta serie, con el personaje de Ethan Hunt a la cabeza, nos lleva por la vida arriesgada de agentes secretos que caminan por el filo de la legalidad, obligados a llevar a cabo una serie de acciones en favor del orden y la seguridad del mundo. Entre las sombras, y lejos de otros equipos de superhéroes que hemos visto en pantalla, nadie puede reconocerlos porque en estricto rigor, no existen. 

En este caso, el equipo debe salvar a la humanidad de un arma letal. El tema no es algo tangible, sino un miedo que está rondando desde hace un tiempo. Una Inteligencia Artificial tomó conciencia y por supuesto —dadas las condiciones en que está la humanidad, como negarlo— se ha vuelto rebelde contra sus creadores. Desde ahí, quienes encarnan el poder sólo pueden tratar de manipular a esta presencia. Difícil tarea. 

Resulta curioso —en ningún caso creo que sea casual— que precisamente en tiempos de uso desmedido de CGI, se tomen decisiones cinematográficas que implican no solo cuidar la historia que se quiere contar, sino que, además, no descansar en dichos efectos. Una forma de entender esto nos lleva de vuelta al cinéfilo exagerado que es el mismo Cruise. Su increíble puesta en escena incluye su disposición radical a realizar todas las escenas de riesgo que implican su aparición en pantalla. Cruise, quien está bastante entrenado en esto, salta, corre en motocicleta, se lanza en paracaídas frente a sus cámaras. En tanto, sus producciones dinamitan puentes reales —hubo una controversia al respecto en Polonia— y usan todos los materiales posibles para demostrar que todo esto va en serio. 

No me cabe duda que esto último es real. Misión Imposible juega con algo que conocemos desde los inicios del cine, instaurando estereotipos que, hasta ahora, funcionan afinadamente. Un héroe admirable con un pasado difícil, su equipo de hombres (también mujeres) fuertes y apañadores a todo, una femme fatale controladora y capaz de todo, un malvado villano que quiere hacerse con el poder que todos desean, completan esta amalgama de personajes donde es imposible no identificarse con al menos uno de ellos. Esa posibilidad, sumado a la organicidad del filme, nos remonta a un momento en donde todo debía ser hecho de una forma real, usando sólo la técnica presente y que, hasta ahora, sigue funcionando perfectamente. 

Por alguna razón que no está en mi entrenamiento cinéfilo, el cine de acción ha ido ganando mala fama, como si sólo a partir de la “alta cultura”, eso que llaman cine arte, fuese posible acercarse al significado del cine como obra y fenómeno. A veces nos gusta olvidar que el inicio del cine fue la total experimentación de las cámaras y el traslado de los espectáculos de variedades a estos espacios, que finalmente fueron mutando hacia otras temáticas. Uno de los padres del cine, el actor y cineasta Buster Keaton, fue capaz de realizar todas sus escenas de riesgo en tiempos en que los dobles de acción eran más que necesarios, elemento que durante los 80 y 90 fue imitado con gran destreza por Jackie Chan y en los 2000 por el mismo Cruise. Pensando en esto, lo que vemos en Misión Imposible es una actualización de este fenómeno: Razones para ir al cine a experimentar la entretención más accesible, y que nos hace más sentido. 

Misión Imposible tiene una consistencia que a simple vista no se ve, pero que a medida que va pasando el tiempo, podemos asumir como una manera de hacer cine que insiste en métodos que exigen formas de comprender el tipo de películas que busca la audiencia, sin subestimar a sus espectadores. Es el retorno, volver a los inicios y entusiasmarse con la magia. Nada mal para estos días.  

 

Título Original: Mission: Impossible – Dead Reckoning Part One, Año: 2023, Duración: 163 minutos, Dirección: Christopher McQuarrie, Guion: Bruce Geller; Erik Jendresen; Christopher McQuarrie, Productores: Per Henry Borch; Chris Brock; Tom Cruise; Leifur B. Dagfinnsson; David Ellison; Dana Goldberg; Tommy Gormley; Don Granger; Gina Hallas; Christopher McQuarrie; Susan E. Novick; Marco Valerio Pugini, Música: Lorne Balfe, Fotografía: Fraser Taggart,Montaje: Eddie Hamilton, Actores y Actrices: Tom Cruise, Hayley Atwell, Ving Rhames, Simon Pegg, Rebecca Ferguson, Vanessa Kirby, Esai Morales, Pom Klementieff, Henry Czerny, Shea Whigham, Greg Tarzan Davis, Frederick Schmidt, Género: Acción, Aventura, Suspenso, Productora: Paramount Pictures; Skydance Media; TC Productions; Truenorth Productions Distribuidora: Paramount Pictures; Andes Films