Beau is afraid: La figura maternal como inductor de terror.

Si bien Beau is a afraid no es una película convencional y puede parecer muy inverosímil en ciertos tramos o escenas, no deja de ser una experiencia única que debería apreciarse en una pantalla lo más grande posible . Además, la visión de su director Ari Aster, no es algo que deje a los espectadores sin nada que comentar.  

Tanto la crítica como los fans del género de terror habían puesto a Ari Aster como uno de los directores más interesantes de la última década, gracias a su trabajo en Hereditary (2018) y Midsommar (2019). Ahora, luego de 4 años de su último largometraje, podemos decir que no estaban equivocados.

Para entender de donde viene su última cinta, debemos introducir primero un cortometraje llamado “Beau” del año 2011 del mismo director. En él, un hombre llamado Beau pierde sus llaves cuando estaba a punto de visitar a su madre. La ansiedad que genera el evento junto con un personaje principal totalmente medicado logra que, en 7 minutos, la atención esté puesta total y completamente en que pasará, quien abrirá la puerta.

Luego de 12 años, su director, Ari Aster, vuelve con la misma idea, pero esta vez abordada en una historia de 3 horas de duración. En ella, Beau (Joaquín Phoenix) también pierde sus llaves, pero lo que se desencadenaría posteriormente a ese evento no tiene parámetros de comparación con el ya mencionado cortometraje. Desde un inicio se nos presenta a este personaje altamente reprimido, cuyas relaciones sociales son mínimas, a excepción de Elaine (Parker Posey), su primera enamorada, y su madre Mona Wasserman (Patti LuPone), quien lo crio luego de que padre muriera por una extraña condición de salud. Dentro de esta primera parte de la cinta, la más interesante y atrapante a mi parecer, se presenta una pincelada de lo que veremos en las próximas horas, el caos y la culpa. Para empezar, Beau tiene miedo no sólo del entorno hostil donde vive, sino que tiene miedo a casi todo lo que le rodea, todo parece llenarle de una ansiedad incontrolable, y a su vez, nosotros como espectadores nos contagiamos un poco de esa ansiedad al no saber qué va a suceder después. De lo que si hay claridad es que lo único que mueve a Beau a visitar a su madre es la culpa y el miedo que le produce fallarle.

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Esta primera parte se quiebra cuando Beau recibe un confuso llamado telefónico donde se indica que su madre habría muerto debido a que le cayó un candelabro en la cabeza. Desesperado y luego de sortear a un hombre que extrañamente,  cae sobre él en la bañera, Beau sale corriendo y es atropellado por Grace (Amy Ryan) quien lo acoge en su casa. Hasta este punto la película supone un acercamiento al terror de una forma completamente realista, Beau refleja en parte los miedos que caracterizarían a una persona en nuestra sociedad actual, como bien lo refleja la secuencia inicial donde se ve a una persona vendiendo armas en la vía pública, y a una persona grabando con su teléfono un intento de suicidio.

Ya para la segunda mitad podemos apreciar otro tono de la película. El viaje del héroe en esta parte es toda una experiencia para el espectador, ya que lo que le va sucediendo a Beau a medida que se acerca a su destino es cada vez más extraño y torcido, lo que hace que uno se cuestione realmente si lo que vemos corresponde a la realidad o no. Durante esta parte, Beau confirma que su madre ha muerto, por lo que debe atender a su funeral lo antes posible. Lo interesante de esta mitad, no solo es el reflexivo viaje interno que presenta Beau cuando ve una obra de teatro, montada por los artistas chilenos León y Cociña, sino el hecho de que Beau está bajo la constante tutela de figuras maternas, tanto cuando lo acoge Grace y luego cuando se encuentra con Penélope (Hayley Squires) y la compañía de teatro. Sin embargo, la relación con cada una de ellas termina de la peor manera, como si el director nos dijera que no hay chance de que esa relación sea simétrica y natural. En el primer caso, Grace lo manda a matar con un veterano de guerra y en el segundo, Penélope lo abandona cuando estalla una granada cerca del escenario. Lo anterior desafía los cánones de representación de la maternidad protectora de una forma extraordinaria, siendo Mona Wasserman el máximo esplendor de lo que está mal.

Esa idea se reforzaría aún más en el tercer acto, donde se nos revela que Mona jamás murió, sino que fingió su muerte para llamar la atención de su hijo y que lograra verla como ella quería en un principio. Esta relevación causa aun mas confusión en nuestro protagonista, al quien Mona le recrimina todos aquellos momentos en los que fue un mal hijo para ella. Este enjuiciamiento se presenta de forma maquiavélica, ya que el psicólogo que ayudaba a Beau estaba coludido con su madre, a quien le mostraba las grabaciones de sus sesiones. Esta encerrona al personaje demuestra la superioridad y el poder de la relación madre-hijo, siendo presentada la madre como aquella figura que nunca pierda, y en este caso, que desafía incluso la muerte.

Dicha imagen se ve también reflejada en la escena del juicio final, donde se ve que Beau no tiene una buena defensa, ya que una madre siempre tiene la razón, independientemente de las excusas o razones que pueda haber detrás del comportamiento de los hijos. Es por lo anterior que, el destino de Beau es inevitable, sucumbir ante el control de su madre.

Si bien Beau is a afraid no es una película convencional y puede parecer muy inverosímil en ciertos tramos o escenas, no deja de ser una experiencia única que debería apreciarse en una pantalla lo más grande posible. Además, la visión de su director Ari Aster, no es algo que deje a los espectadores sin nada que comentar. Al contrario, creo que Beau is afraid es un film que da para muchos debates, análisis y críticas, ya que, si bien se aborda en su gran mayoría la culpa y la relación edípica, tiene mucho de otros temas de la sociedad actual que son escalofriantes, aunque no lo parezcan a simple vista, pero que Aster sabe cómo hacerlos aparecer.

Título original: Beau is afraid; Dirección: Ari Aster; Guion: Ari Aster; Producción: Elisa Alvares, Timo Argillander, Ari Aster; Elenco: Joaquin Phoenix, Patty LuPone, Amy Ryan, Parker Posey; País: Estados Unidos, Año: 2023; Duración: 179 minutos, Idioma: Inglés.